Audiolibro en español. Capítulo 30

duración: 8:30 minutos

Transcripción

0:00 Hola hola y bienvenidos a un nuevo capítulo  de la novela Orgullo y prejuicio te enseño  

0:07 mi idioma con audios, vocabulario, vídeos  y transcripciones. Recuerda que estos post  

0:17 los puedes encontrar en www.isabel  analuisa.com empezamos con el 30 capítulo

0:28 Sir William no pasó más que una semana en  Hunsford pero fue suficiente para convencerse  

0:34 de que su hija estaba muy bien situada y de que  un marido así y una vecindad como aquella no se  

0:41 encontraba a menudo. Mientras estuvo allí, Collins  dedicaba la mañana a pasearlo en su calesín para  

0:49 mostrarle la campiña, pero en cuanto se fue, la  familia volvió a sus ocupaciones habituales.  

0:54 Elizabeth agradeció que con el cambio de vida ya  no tuviese que ver a su prima tan frecuentemente,  

1:01 pues la mayor parte del tiempo que mediaba entre  el almuerzo y la cena, Collins lo empleaba en  

1:09 trabajar en el jardín, en leer, escribir o en  mirar por la ventana de su despacho, que daba  

1:15 al camino. El cuarto donde solían quedarse las  señoras daba a la parte trasera de la casa. Al  

1:21 principio a Elizabeth le extrañaba que Charlotte  no prefiriese estar en el comedor, que era una  

1:27 pieza más grande y de aspecto más agradable. Pero  pronto vio que su amiga tenía excelentes razones  

1:32 para obrar así, pues Collins había estado  menos tiempo en su aposento, indudablemente,  

1:39 si ellas hubiesen disfrutado de uno tan grande  como el suyo. Y Elizabeth aprobó la actitud de  

1:45 Charlotte. Desde el salón no podían ver el camino,  de modo que siempre era Collins el que le daba  

1:51 cuenta de los coches que pasaba y en  especial de la frecuencia con que la señorita  

1:56 de Bourgh cruzaba en su faetón, cosa que jamás  dejaba de comunicarles aunque sucediese casi  

2:04 todos los días. La señorita solía detenerse en la  casa para conversar unos minutos con Charlotte, pero era difícil convencerla de que bajase del  carruaje. Pasaba pocos días sin que Collins diese un paseo 

2:17 hasta Rosings y su mujer creía a menudo  un deber hacer lo propio, Elizabeth, hasta que  

2:24 recordó que podía haber otras familias dispuestas  de hacer lo mismo, no comprendió el sacrificio de  

2:30 tantas horas. De vez en cuando les honraba con  su visita, en el transcurso de la cual, nada de  

2:35 lo que ocurría en el salón le pasaba inadvertido.  En efecto, se fijaba en lo que hacían miraba los  

2:42 sus labores y les aconsejaba hacerlas de otro  modo, encontraba defectos en la disposición de  

2:49 los muebles o descubría negligencias en la criada,  si aceptaba algún refrigerio parecía que no lo  

2:56 hacía más que para advertir que los cuartos  de carne eran demasiado grandes para ellos.  

3:03 Pronto se dio cuenta Elizabeth de que aunque la  paz del condado no estaba encomendada a aquella  

3:08 gran señora, era una activa magistrada  en su propia parroquia. cuyas minucias  

3:13 le comunicaba Collins, y siempre que alguno  de los aldeanos estaba por armar gresca o se  

3:21 sentía descontento o desvalido, lady Catherine se  personaba en el lugar requerido para zanjar las  

3:28 diferencias y reprenderlos, restableciendo  la armonía o procurando la abundancia.  

3:34 La invitación a cenar en Rosings se repetía un  par de veces por semana, y desde la partida de  

3:40 sir William, como solo había una mesa de juego  durante la velada, el entretenimiento era siempre  

3:47 el mismo. No tenían muchos otros compromisos,  porque el estilo de vida del resto de los  

3:51 vecinos estaba por debajo del de Collins,  a Elizabeth no le importaba, estaba a gusto  

3:57 así, pasaba largo rato charlando amenamente con  Charlotte y como el tiempo era estupendo, a pesar  

4:04 de la época del año, se distraía saliendo  a caminar. Su paseo favorito, que a menudo  

4:11 recorría mientras los otros visitaban a lady  Catherine, era la Alameda que bordeaba un lado de la  

4:20 finca donde había un sendero muy bonito y abrigado  que nadie más que ella parecía apreciar, y en el  

4:26 cual se hallaba fuera del alcance de la curiosidad  de lady Catherine. Con esta tranquilidad pasó  

4:31 rápidamente la primera quincena de su Estancia  en Hunsford. Se acercaba la Pascua y la semana  

4:37 anterior a esta iba a traer un aditamiento  a la familia de Rosings, lo cual, en aquel círculo  

4:46 tan reducido, tenían que resultar muy importante.  Poco después de su llegada, Elizabeth oyó decir  

4:53 que Darcy iba a llegar dentro de unas semanas y  aunque hubiese preferido a cualquier otra de sus  

4:59 amistades, lo cierto era que su presencia podía  aportar un poco de variedad a las veladas de  

5:04 Rosings y que podría divertirse viendo el poco  fundamento de las esperanzas de la señorita  

5:10 Bingley mientras observaba la actitud de Darcy  con la señorita de Bourgh, a quien evidentemente le  

5:17 destinaba lady Catherine. Su señoría hablaba de su  venida con enorme satisfacción, y de él en términos  

5:25 de la más elevada admiración, y parecía que le  molestaba que la señorita Lucas y Elizabeth ya le  

5:31 hubiesen visto antes con frecuencia. Su llegada se  supo en seguida, pues Collins llevaba toda la mañana  

5:37 paseando con la vista fija en los templetes de la  entrada al camino de Hunsford, en cuanto vio que el  

5:44 coche entraba en la finca, hizo su correspondiente  reverencia, y corrió a casa a dar la magna noticia.  

5:52 A la mañana siguiente voló a Rosings a presentarles  sus respetos. Pero había alguien más a quien  

5:58 presentárselos, pues allí se encontró con dos  sobrinos de lady Catherine. Darcy había venido  

6:03 con el coronel Fitzwilliam, hijo menor de su tío  Lord, y con gran sorpresa de toda la casa, cuando  

6:11 Collins regresó ambos caballeros le acompañaron. Charlotte los vio desde el cuarto de su marido cuando cruzaban  

6:19 el camino, y se precipitó hacia el otro cuarto para  poner en conocimiento de las dos muchachas el gran  

6:25 honor que les esperaba, y añadió Elizabeth,  es a ti a quien debo agradecer esta muestra  

6:32 de cortesía. El señor Darcy no habría venido  tan pronto a visitarme a mí. Elizabeth apenas  

6:37 tuvo tiempo de negar su derecho a semejante  cumplido, pues en seguida sonó la campanilla  

6:42 anunciando la llegada de los dos caballeros,  que poco después entraban en la estancia.

6:50 El coronel Fitzwilliam iba adelante, tendría  unos 30 años, y no era guapo pero su trato y su  

6:57 persona se distinguían al caballero. Darcy estaba  igual que en Hertfordshire, cumplimentó a la señora Collins con  

7:06 su habitual reserva, y cualesquiera que fuesen sus  sentimientos con respecto a Elizabeth, la saludó con aparente  

7:13 amabilidad. Elizabeth se limitó a inclinarse  sin decir palabra. El coronel Fitzwilliam  

7:19 tomó parte en la conversación con la soltura  y la facilidad de un hombre bien educado, era  

7:25 muy ameno, pero su primo, después de hacer unas  ligeras observaciones a la señorita Collins  

7:32 sobre el jardín y la casa, se quedó sentado  durante largo tiempo sin hablar con nadie.  

7:37 Por fin, sin embargo, su cortesía llegó hasta  preguntar a Elizabeth cómo estaba su familia.  

7:44 Ella le contestó en los términos normales,  y después de un momento de silencio añadió:  

7:50 Mi hermana mayor ha pasado estos tres meses  en Londres. ¿No lo habrá visto, por casualidad?  

7:58 Sabía de sobra que no lo había visto, pero  quería ver si le traicionaba algún gesto y  

8:04 se le notaba que era consciente de lo que  había ocurrido entre los Bingley y Jane, y  

8:10 le pareció que estaba un poco cortado cuando  respondió que nunca había tenido la suerte de  

8:15 encontrar a la señorita Bennet. No se habló más del  asunto, y poco después los caballeros se fueron.  

8:24 Para cualquier duda, comentario o  sugerencia escribe a isabelbarrionuevo007@gmail.com

8:30 Te espero en el siguiente capítulo.

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