duración: 9:49 minutos
Transcripción
0:00:01 Hola, hola a todos hoy tenemos el 20 capítulo de la novela Orgullo y prejuicio. Recuerda
0:00:08 que estos podcast los puedes encontrar en www.isabelanaluisa.com empezamos.
0:00:18 A Collins no lo dejaron mucho tiempo meditar en silencio el éxito de su amor, porque la señora
0:00:24 Bennet que se había quedado en el vestíbulo esperando el final de la conversación, en
0:00:29 cuanto vio que Elizabeth abría la puerta y se dirigía con paso veloz a la escalera, entró en
0:00:34 el comedor y felicitó a Collins, congratulándose por el venturoso proyecto de la cercana unión.
0:00:41 Después de aceptar y devolver esas felicitaciones con el mismo alborozo, Collins procedió a explicar
0:00:48 los detalles de la entrevista, de cuyo resultado estaba satisfecho, pues la firme negativa de su
0:00:54 prima no podía provenir, naturalmente más que de su tímida modestia y de la delicadeza de su carácter.
0:01:00 Pero sus noticias sobresaltaron a la señora Bennet. También ella hubiese querido creer que su
0:01:06 hija había tratado únicamente de animar a Collins al rechazar sus proposiciones, no se atrevía a admitirlo y así
0:01:14 se lo manifestó a Collins. Lo importante añadió es que Lizzy entre en razón. Hablaré personalmente con ella
0:01:20 de este asunto. Es una chica muy terca y muy loca y no sabe lo que le conviene, pero ya se lo haré
0:01:27 saber yo. Perdóname que la interrumpa, exclamó Collins pero si en realidad es terca y loca, no sé si,
0:01:34 en conjunto es una esposa deseable para un hombre en mi situación, que naturalmente busco felicidad
0:01:39 en el matrimonio. Por consiguiente, si insiste en rechazar mi petición, acaso sea mejor no forzarla
0:01:46 a que me acepte, porque si tiene esos defectos, no contribuiría mucho que digamos a mí ventura.
0:01:56 Me ha entendido mal, dijo la señora Bennet alarmada, Lizzy es terca solo en los asuntos.
0:02:01 En todo lo demás es la muchacha más razonable del mundo acudiré directamente al señor Bennet
0:02:07 y no dudo de que pronto nos habremos puesto de acuerdo con ella. Sin darle tiempo a contestar,
0:02:13 voló al encuentro de su marido y al entrar en la biblioteca exclamó: ¡Oh Señor Bennet! Te necesitamos
0:02:20 urgentemente. Estamos en un aprieto. Es preciso que vayas y convenzas a Elizabeth de que se case
0:02:27 con Collins, pues ella ha jurado que no lo hará y si no te das prisa, Collins cambiará de idea y ya no la querrá.
0:02:36 Al entrar su mujer, el señor Bennet levantó los ojos del libro y los fijó en su rostro con una calmosa
0:02:42 indiferencia que la noticia no alteró en absoluto. No he tenido el placer de entenderte, dijo cuando
0:02:49 ella terminó su perorata. ¿De qué estás hablando? Del señor Collins y Lizzy. Lizzy dice que no se
0:02:57 casará con el señor Collins, y el señor Collins empieza a decir que no se casará con Lizzy. ¿Y que voy hacer yo?
0:03:02 Me parece que no tiene remedio. Háblale tú a Lizzy. Dile que quieres que se case con él.
0:03:10 Mándale que baje. Oirá mi opinión.
0:03:15 La señora Bennet tocó la campanilla y Elizabeth fue llamada a la biblioteca. Ven, hija mía dijo
0:03:20 su padre en cuanto la joven entró. Te he enviado a buscar para un asunto importante. Dicen que Collins
0:03:26 te ha hecho proposiciones de matrimonio, ¿es cierto? Elizabeth dijo que sí. Muy bien, y dice que las has
0:03:33 rechazado. Así es, papá. Bien. Ahora vamos al grano. Tu madre desea que lo aceptes. ¿No es verdad, señora
0:03:39 Bennet? Sí, o de lo contrario no la quiero ver más. Tienes una triste alternativa ante ti, Elizabeth.
0:03:46 Desde hoy en adelante tendrás que renunciar a uno de tus padres. Tu madre no quiere volver a verte si
0:03:52 no te casas con Collins, y yo no quiero volver a verte si te casas con él. Elizabeth no pudo
0:03:57 menos que sonreír ante semejante comienzo, pero la señora Bennet, que estaba convencida de que su
0:04:03 marido abogaría en favor de aquella boda, se quedó decepcionada. ¿Qué significa señor Bennet ese modo
0:04:10 de hablar? Me habías prometido que la obligarías a casarse con el señor Collins. Querida mía, contestó
0:04:17 su marido, tengo que pedirte dos pequeños favores: primero, que me dejes usar libremente
0:04:22 mi entendimiento en este asunto, y segundo, que me dejes disfrutar solo de mi biblioteca en cuanto
0:04:29 puedas. Sin embargo, la señora Bennet, a pesar de la decepción que le había llevado con su marido, ni
0:04:35 aún así se dio por vencida. Habló a Elizabeth una y otra vez, halagándola y amenazándola
0:04:41 alternativamente. Trató de que Jane se pusiera de su parte pero Jane con toda la suavidad posible prefirió
0:04:48 no meterse. Elizabeth, unas veces con verdadera seriedad, y otras veces en broma, replicó a sus
0:04:54 ataques, y aunque cambió de humor, su determinación permaneció inquebrantable. Collins, mientras tanto,
0:05:02 meditaba en silencio todo lo que le había pasado. Tenía demasiado buen concepto de sí
0:05:07 mismo para comprender qué motivos podría tener su prima para rechazarle, y aunque herido en su
0:05:13 amor propio, no sufría lo más mínimo. Su interés por su prima era meramente imaginario, la posibilidad
0:05:20 de que fuera merecedora de los reproches de su madre, evitaba que él sintiese algún pesar.
0:05:28 Mientras reinaba en la familia esta confusión, llegó Charlotte Lucas que venía a pasar el día
0:05:35 con ellos. Se encontró con Lydia en el vestíbulo, que corrió hacia ella para contarle en voz baja
0:05:40 lo que estaba pasando. ¡Me alegro de que hayas venido porque hay un jaleo aquí!
0:05:46 ¿Qué crees que ha pasado esta mañana? El señor Collins se ha declarado a Elizabeth y ella le ha
0:05:51 dado calabazas. Antes de que Charlotte hubiese tenido tiempo para contestar apareció Kitty,
0:05:57 que venía a darle la misma noticia. Y en cuando entraron en el comedor donde estaba
0:06:02 sola la señora Bennet, ella también empezó a hablarle del tema. Le rogó que tuviese
0:06:07 compasión y que intentase convencer a Lizzy de que cediese a los deseos de toda la familia.
0:06:13 Te ruego que intercedas, querida Charlotte, añadió en tono melancólico ya que nadie está de mi parte,
0:06:20 me tratan cruelmente, nadie se compadece de mis propios nervios. Charlotte se ahorró la respuesta,
0:06:26 pues en ese momento entraron Jane y Elizabeth. Ahí está, continúa señora Bennet, como si no pasase nada,
0:06:34 no le importamos un bledo, se desentiende de todo con tal de salirse con las suya. Te voy a decir
0:06:41 una cosa, si se te mete en la cabeza seguir rechazando de esa manera todas las ofertas
0:06:46 de matrimonio que te hagan, te quedarás solterona; y no sé quién te va a mantener cuando muera tu
0:06:52 padre. Yo no podré, te lo advierto. Desde hoy, he acabado contigo para siempre. Te he dicho en la
0:06:58 biblioteca que no volvería a hablarte nunca, y lo que digo, lo cumplo. No le encuentro el gusto
0:07:05 hablar con hijas desobedientes. Ni con nadie. Las personas que como yo sufrimos de los nervios, no
0:07:13 somos aficionados a la charla. ¡Nadie sabe lo que sufro! Pero pasa siempre lo mismo. A los que no se
0:07:20 quejan, nadie les comprende. Las hijas escucharon en silencio los lamentos de su madre. Sabían que
0:07:26 si intentaban hacerla razonar o calmarla, sólo conseguirían irritarla más. De modo que consiguió hablando
0:07:34 sin que nadie le interrumpiera, hasta que entró Collins con aire más solemne que de costumbre. Al verle,
0:07:44 la señora Bennet dijo a las muchachas. Ahora os pido que os calléis la boca y nos dejéis al Señor
0:07:49 Collins y a mí para que podamos hablar un rato. Elizabeth salió en silencio de cuarto, Jane y Kitty
0:07:56 la siguieron, pero Lydia no se movió, decidida a escuchar todo lo que pudiera. Charlotte, detenida
0:08:02 por la cortesía del señor Collins, cuyas preguntas acerca de ella y de su familia se sucedían sin
0:08:09 interrupción, y también un poco por la curiosidad, se limitó a acercarse a la ventana fingiendo
0:08:16 no escuchar. Con voz triste, la señora Bennet empezó así su conversación; ¡Oh Señor Collins!
0:08:24 Mi querida señora, respondió él, ni una palabra más sobre este asunto. Estoy muy lejos, continuó con un
0:08:31 acento que denotaba su indignación, de tener resentimientos por la actitud de su hija. Es deber
0:08:36 de todos resignarse por los males inevitables, y es especialmente un deber para mí, que he tenido
0:08:43 la fortuna de verme tan joven en tal elevada posición; confío en que sabré resignarme. Puede
0:08:51 que mi hermosa prima, al no querer honrarme con su mano, no haya disminuido mi positiva felicidad. He
0:08:58 observado a menudo que la resignación nunca es tan perfecta como cuando la dicha negada
0:09:06 comienza a perder en nuestra estimación algo de valor. Espero que no supondrá usted que faltó al
0:09:14 respeto de su familia, mi querida señora, al retirar mis planes acerca de su hija sin pedirles a usted
0:09:19 y al Señor Bennet que interpongan su autoridad en mi favor. Temo que mi conducta, por haber aceptado mi
0:09:27 rechazo de labios de su hija y no la de ustedes, pueda ser censurable. Pero todos somos capaces de
0:09:33 cometer errores. Estoy seguro de haber procedido con la mejor intención de este mundo. Mi objetivo
0:09:39 era procurarme un amable compañera con la debida consideración de las ventajas que ello había de
0:09:46 aportar a toda su familia. Si mi proceder ha sido reprochable, les ruego que me perdonen.