duración: 12:03 minutos
Transcripción
0:00:00 Hola a todos hoy tenemos el capítulo 15 de la novela Orgullo y prejuicio. Recuerda
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0:00:20 empezamos
0:00:24 El señor Collins no era un hombre inteligente, y a las deficiencias de su naturaleza no las
0:00:30 había ayudado nada ni su educación ni su vida social. Pasó la mayor parte de su vida bajo la
0:00:36 autoridad de un padre inculto y avaro; y aunque fue a la universidad, solo permaneció en ella los
0:00:43 cursos meramente necesarios y no adquirió ningún conocimiento verdaderamente útil. La sujeción con
0:00:50 que le había educado su padre, le había dado, en principio gran humildad a su carácter, pero ahora
0:00:55 se veía contrarrestada por una vanidad obtenida gracias a su corta inteligencia, a su vida retirada
0:01:05 y a los sentimientos inherentes a una repentina e inesperada prosperidad. Una afortunada casualidad
0:01:13 le había colocado bajo el patronato de lady Catherine de Bourgh, cuando quedó vacante la
0:01:18 rectoría de Hunsford, y su respeto al largo rango de la señora y la veneración que le inspiraba por ser
0:01:25 su patrona, unidos a un gran concepto de sí mismo, a su autoridad de clérigo y a sus derechos
0:01:32 de rector, le habían convertido en una mezcla de orgullo y servilismo, de presunción y modestia.
0:01:40 puesto que ahora ya poseía una buena casa y unos ingresos más que suficientes, Collins estaba pensando
0:01:46 en casarse. En su reconciliación con la familia Longbourn, buscaba la posibilidad de realizar su
0:01:54 proyecto, pues tenía pensado escoger a una de las hijas, en el caso de que resultasen tan hermosas
0:02:00 y agradables como se decía. Este era su plan de enmienda, o reparación, por heredar las propiedades
0:02:07 del padre, plan que le parecía excelente, ya que era legítimo, muy apropiado, a la par que muy generoso
0:02:14 y desinteresado por su parte. Su plan no varió en nada al verlas. El rostro encantador de Jane
0:02:20 le confirmó sus propósitos y corroboró todas sus estrictas nociones sobre la preferencia
0:02:27 que debe darse a las hijas mayores, y así durante la primera velada, se decidió definitivamente
0:02:32 por ella. Sin embargo, a la mañana siguiente tuvo que hacer una alteración, pues antes
0:02:37 del desayuno, mantuvo una conversación de un cuarto de hora con la señora Bennet
0:02:44 Empezaron hablando de su casa parroquial, lo que le llevó, naturalmente, a confesar sus esperanzas de
0:02:50 que pudiera encontrar en Longbourn a la que había de ser la señora de la misma. Entre complacientes
0:02:56 sonrisas y generales estímulos, la señora Bennet le hizo una advertencia sobre Jane:. en cuanto a sus
0:03:03 hijas menores, no era ella quien debía argumentarlo, no podía contestar positivamente, aunque no sabía
0:03:10 que nadie les hubiese hecho proposiciones, pero en lo referente a Jane, debía prevenirle, aunque, al fin y
0:03:17 al cabo, era cosa que sólo a ella le incumbía, de que posiblemente no tardaría en comprometerse. Collins
0:03:24 solo tenía que sustituir a Jane por Elizabeth, y espoleado por la señora Bennet hizo el cambio
0:03:31 rápidamente. Elizabeth, que seguía a Jane en edad y en belleza, fue la nueva candidata. La señora Bennet se vio
0:03:39 por enterada, y confiaba en que pronto tendría dos hijas casadas. El hombre de quien el día antes no quería
0:03:45 ni oír hablar, se convirtió de pronto en el objeto de su más alta estimación. El proyecto de Lydia de
0:03:52 ir a Meryton seguía en pie. Todas las hermanas, menos Mary, accedieron a ir con ella. El señor Collins iba
0:03:59 a acompañarlas a petición del señor Bennet, que tenía ganas de deshacerse de su pariente y tener
0:04:04 la biblioteca solo para él, pues allí le había seguido el señor Collins después del desayuno y
0:04:11 allí continuaría, aparentemente ocupado con uno de las mayores folios de la colección, aunque en
0:04:18 realidad, hablando sin cesar al Señor Bennet de su casa y de su jardín de Hunsford. Tales cosas le
0:04:25 descomponían enormemente. La biblioteca era para él el sitio donde sabía que podía disfrutar de
0:04:31 su tiempo libre con tranquilidad. Estaba dispuesto, como le dijo a Elizabeth, a soportar la estupidez y
0:04:38 el engreimiento en cualquier otra habitación de la casa, pero en la biblioteca quería verse libre de
0:04:43 todo eso. Así es que empleó toda su cortesía e invitar a Collins acompañar a sus hijas en su paseo, y
0:04:51 Collins a quien le daba mucho mejor pasear que leer, vio el cielo abierto. Cerró el libro y se fue.
0:04:58 Y entre pomposas e insulsas frases, por su parte, y corteses asentimientos, por la de sus primas, pasó
0:05:08 el tiempo hasta llegar a Meryton. Desde entonces, las hermanas menores ya no le prestaron atención.
0:05:14 No tenían ojos más que para buscar oficiales por las calles. Y a no ser un sombrero verdaderamente
0:05:21 elegante o una muselina realmente nueva, nada podía distraerlas. Pero la atención de todas las
0:05:29 damiselas fue al instante acaparada por un joven al que no habían visto antes, que tenía aspecto de
0:05:35 ser todo un caballero, y que paseaba con un oficial por el lado opuesto de la calle. El oficial era el
0:05:42 señor Denny en persona, cuyo regreso de Londres había venido Lydia a averiguar, y que se inclinó
0:05:48 para saludarlas al pasar. Todas se quedaron impresionadas con el porte del forastero y se
0:05:54 preguntaban quién podría ser. Kitty y Lydia, decididas a indagar, cruzaron la calle con el pretexto de que
0:06:00 querían comprar algo en la tienda de enfrente, alcanzando la cera con tanta fortuna que, en
0:06:05 ese preciso momento, los dos caballeros, de vuelta llegaban exactamente al mismo sitio. El señor Denny
0:06:13 se dirigió directamente a ellas y les pidió que
le permitiesen presentarles a su amigo el señor
0:06:18 Wickham, que había venido de Londres con él, el día anterior y había tenido la bondad de aceptar un
0:06:25 destino en el Cuerpo. Esto ya era el colmo, pues pertenecer al regimiento era lo único que le
0:06:32 faltaba para completar su encanto. Su aspecto decía mucho en su favor, era guapo y esbelto, de trato muy
0:06:40 afable. Hecha la presentación, el señor Wickham inició una conversación con mucha soltura,
0:06:48 con la más absoluta corrección y sin pretensiones. Aún estaban todos allí de pie
0:06:54 charlando agradablemente, cuando un ruido de caballeros atrajo su atención y vieron a Darcy
0:07:00 y a Bingley que, en sus cabalgaduras, venían calle abajo. Al distinguir a los jóvenes en el grupo,
0:07:08 los dos caballeros fueron hacia ellas y empezaron los saludos de rigor. Bingley habló más que nadie y
0:07:15 Jane era el objeto principal de su conversación. En ese momento, dijo, iban de camino a Longbourn para
0:07:21 saber cómo se encontraba, Darcy lo corroboró con una inclinación, y estaba preocupado no fijar su
0:07:28 mirada en Elizabeth, cuando de repente se quedaron paralizados al ver al forastero. A Elizabeth, que vio
0:07:35 el semblante de ambos al mirarse, le sorprendió mucho el efecto que les había causado el encuentro.
0:07:41 Los dos cambiaron de color, uno se puso pálido y
el otro colorado. Después de una pequeña vacilación, Wickham
0:07:48 se llevó la mano al sombrero, y cuyo saludo se dignó a corresponder Darcy.
0:07:53 ¿Qué podría significar aquello? Era imposible imaginarlo, pero era también imposible no
0:07:59 sentir una gran curiosidad por saberlo. Un momento después, Bingley, que pareció
0:08:04 no haberse enterado de lo ocurrido, se despidió y siguió adelante con su amigo.
0:08:11 Denny y Wickham continuaron paseando con las muchachas hasta llegar a la puerta de la casa del
0:08:16 señor Phillips, donde hicieron las correspondientes reverencias y se fueron a pesar de los insistentes
0:08:22 ruegos de Lydia para que entrase y a pesar también de que la señora Philips abrió la ventana del vestíbulo
0:08:29 y se asomó para secundar a voces la invitación. La señora Philips siempre se alegraba de ver a
0:08:36 sus sobrinas. Las dos mayores fueron especialmente bien recibidas debido a su reciente ausencia. Les
0:08:43 expresó su sorpresa por el rápido regreso a casa, del que nada habría sabido, puesto que no volvieron
0:08:50 en su propio coche, a no haberse dado la casualidad de encontrarse con el mancebo del señor Jones,
0:08:57 quien le dijo que ya no tenía que mandar más medicinas a Netherfield porque la señorita Bennet
0:09:05 se habían ido. Entonces Jane le presentó al Señor Collins a quien dedicó toda su atención. La cogió
0:09:14 con la más exquisita cortesía, a la que Collins correspondió con más finura aún, disculpándose
0:09:21 por haberse presentado en su casa sin que ella hubiese sido advertida previamente, aunque él se
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sentía orgulloso de que fuese el parentesco con
sus sobrinas lo que justificó dicha intromisión.
0:09:33 La señora Philips se quedó totalmente abrumada con tal exceso de buena educación. Pero pronto
0:09:39 tuvo que dejar de lado a este forastero, por las exclamaciones y preguntas relativas al otro.
0:09:48 La señora Philips no podía decir a su sobrinas más de lo que ya sabían, que el señor Denny lo
0:09:56 había traído de Londres y que se iba a quedar en la guarnición del condado con el grado de Teniente.
0:10:03 Agregó que lo había estado observando mientras paseaba por la calle, y si el señor Wickham
0:10:09 hubiera aparecido entonces, también Kitty y Lydia se habrían acercado a la ventana para contemplarlo,
0:10:16 pero por desgracia, en aquellos momentos no pasaban más que unos cuantos oficiales que comparados con
0:10:23 el forastero, resultaban unos sujetos estúpidos y desagradables. Algunos de estos oficiales iban a
0:10:30 cenar al día siguiente con los Philips, y la tía les prometió que le diría a su marido que visitase a
0:10:36 Wickham para que lo invitase también a él, si la familia de Longbourn quería venir por la noche. Así
0:10:42 lo acordaron, y la señora Philips les ofreció jugar a la lotería y tomar después una cena caliente. La perspectiva de
0:10:50 semejantes delicias era magnífica, y las chicas se fueron muy contentas. Collins volvió a pedir
0:10:56 disculpas al salir, y se le aseguró que no eran necesarias. De camino a casa, Elizabeth le contó
0:11:04 a Jane lo sucedido entre los dos caballeros, y aunque Jane los habría defendido de haber
0:11:09 notado algo raro, en este caso, al igual de que su hermana, no podía explicarse tal comportamiento.
0:11:15 Collins halagó a la señora Bennet ponderándole los modales y la educación de la señora Philips.
0:11:22 Aseguró que aparte de lady Catherine y su hija, nunca había visto una mujer más elegante, pues
0:11:30 no solo le recibió con la más extremada cortesía, sino que, además le incluyó en la invitación para
0:11:36 la próxima velada, a pesar de serle totalmente desconocido. Claro que ya sabía que había
0:11:43 atribuido a su parentesco con ellos, pero no obstante en su vida había sido tratado con tanta amabilidad.
0:11:51 Si tienes alguna duda o sugerencia puedes escribirme a isabelbarrionuevo 007@gmail.com
0:12:03 nos vemos en el siguiente artículo