Audiolibro en español. Capítulo 11

duración: 11:30 minutos

Transcripción

0:00:00 Hola hola a todos. Hoy estamos con el onceavo capítulo de la novela Orgullo y prejuicio

0:00:10 Recuerda que estos podcast los puedes encontrar en www.isabelanaluisa.com empezamos.

0:00:21 Cuando las señoras se levantaron de la mesa después de cenar, Elizabeth subió a visitar a

0:00:29 su hermana y al ver que estaba bien abrigada la acompañó al salón, donde sus amigas le dieron la

0:00:36 bienvenida con grandes demostraciones de contento. Elizabeth nunca las había visto tan amables como

0:00:42 en la hora que transcurrió hasta que llegaron los Caballeros. Hablaron de todo. Describieron la fiesta

0:00:49 con todo detalle, contaron anécdotas con mucha gracia y se burlaron de sus conocidos con humor.

0:00:58 Pero en cuanto entraron los caballeros, Jane dejó de ser el primer objeto de atención. Los ojos de la

0:01:05 señorita Bingley se volvieron instantáneamente hacia Darcy y no había dado cuatro pasos cuando ya tenía

0:01:12 algo que decirle. Él se dirigió directamente a la  señorita Bennet y la felicitó cortésmente. También

0:01:20 el señor Hurst le hizo una ligera inclinación de cabeza, diciéndole que se alegraba mucho; pero la

0:01:27 efusión y el calor quedaron reservados para  el saludo de Bingley, que estaba muy contento y

0:01:35 lleno de atención para con ella. La primera media hora se la pasó avivando el fuego para que Jane

0:01:41 no notase el cambio de una habitación a la otra y  le rogó que se pusiera al lado de la chimenea, lo

0:01:49 más lejos posible de la puerta. Luego se sentó  junto a ella y ya casi no habló con nadie más.

0:01:56 Elizabeth enfrente con su labor, contemplaba la escena con satisfacción. Cuando terminaron de

0:02:05 tomar el té, el señor Hurst recordó a su cuñada la mesa de juego, pero fue en vano, ella intuía que a

0:02:13 Darcy no le apetecía jugar, y hicieron Hurst vio  su petición rechazada inmediatamente. Le aseguró

0:02:20 que nadie tenía ganas de jugar, el silencio que siguió a su afirmación pareció corroborarla. Por

0:02:28 lo tanto, el señor Hurst no le quedaba otra cosa  que hacer que tumbarse en un sofá y dormir. Darcy se

0:02:37 cogió un libro, la señorita Bingley cogió otro, y la  señorita Hurst, ocupada principalmente en jugar con

0:02:45 sus pulseras y sortijas, se unía de vez en cuando  a la conversación de su hermano con la señorita

0:02:52 Bennet. La señorita Bingley prestaba más atención a la lectura de Darcy que a la suya propia. No

0:02:58 paraba de hacerle preguntas o mirar la página que  él tenía delante. Sin embargo, no consiguió sacarle

0:03:04 ninguna conversación, se limitaba a contestar y  seguir leyendo. Finalmente angustiada con la idea

0:03:12 de tener que entretenerse con su libro que había  elegido Solamente porque era el segundo tomo del

0:03:18 que leía Darcy, bostezó largamente y exclamó: ¡Qué agradable es pasar una velada así! Bien mirado, creo

0:03:28 que no hay nada tan divertido como leer. Cualquier otra cosa enseguida te cansa, pero un libro nunca.

0:03:35 Cuando tenga una casa propia seré desgraciadísima si no tengo una gran biblioteca. Nadie dijo nada.

0:03:44 Entonces volvió a bostezar, cerró el libro y paseo la vista alrededor de la habitación

0:03:53 buscando en que ocupar el tiempo, cuando al oír a su hermano mencionarle un baile a la señorita

0:04:00 Bennet, se volvió de repente hacía él y dijo: ¿Piensas  seriamente en dar un baile en Netherfield, Charles?

0:04:10 Antes de decidirte te aconsejaría que consultases con los presentes, pues o mucho me engaño o hay

0:04:19 entre nosotros alguien a quien un baile le parecería, más que una diversión un castigo.

0:04:24 Si te refieres a Darcy, le contestó su hermano, puede irse a la cama antes de que empiece, si lo

0:04:31 prefiere, pero en cuanto al baile, es cosa hecha, y tan pronto como Nicholls lo haya dispuesto todo,

0:04:37 enviaré las invitaciones. Los bailes me gustarían  mucho más, repuso su hermana si fuesen de otro modo,

0:04:46 pero esa clase de reuniones suelen ser tan pesadas  que se hacen insufribles. Sería más racional que lo

0:04:53 principal en ellas fuese la conversación y no un baile. Mucho más racional Sí, Caroline; pero entonces

0:05:02 ya no se parecería nada a un baile. La señorita Bingley no contestó, se levantó Poco después

0:05:08 y se puso a pasear por el salón. Su figura era elegante y sus andares airosos, pero Darcy a quien

0:05:14 iba dirigido todo, siguió enfrascado en la lectura. Ella desesperada, decidió hacer un esfuerzo más y

0:05:21 volviéndose a Elizabeth dijo: señorita Elizabeth déjeme que la convenza para que siga mi ejemplo

0:05:30 y dé una vuelta por el salón. Le aseguro que viene muy bien después de estar tanto tiempo sentada en

0:05:39 la misma postura. Elizabeth se quedó sorprendida, pero accedió inmediatamente. La señorita Bingley

0:05:46 logró lo que se había propuesto con su amabilidad el señor Darcy, el señor Darcy levantó la vista.

0:05:54 Estaba tan extrañado de la novedad de esta invitación como podía estarlo la misma Elizabeth,

0:06:00 inconscientemente, cerró su libro. Seguidamente, le invitaron a pasear con ellas a lo que se negó,

0:06:06 explicando que solo podía haber dos motivos para que paseasen por el salón juntas, y si se uniese a

0:06:16 ellas interferiría en los dos. ¿Qué querrá decir? La señorita Bingley se moría de ganas por saber cuál

0:06:24 sería el significado y le preguntó a Elizabeth si ella podía entenderlo. En absoluto, respondió, pero

0:06:31 sea lo que sea, es seguro que quiere dejarnos mal, y la mejor forma de decepcionarle será no

0:06:39 preguntarle nada. Sin embargo la señorita Bingley era incapaz de decepcionar a Darcy, e insistió,

0:06:47 por lo tanto en pedir que les explicase los dos motivos. No tengo el más mínimo inconveniente en

0:06:55 explicarlo dijo tan pronto como ella le permitió hablar. Ustedes eligen este modo de pasar el tiempo

0:07:03 o porque tienen que hacerse alguna confidencia o para hablar de sus asuntos secretos, o porque

0:07:09 saben que paseando lucen mejor su figura, y si es por lo primero, al ir con ustedes no haría

0:07:16 más que importunarlas, y si es por lo segundo las puedo admirar mucho mejor sentado junto al fuego.

0:07:24 ¡Qué horror! gritó la señorita Bingley nunca he oído nada tan abominable. ¿Cómo podríamos

0:07:30 darle su merecido? Nada tan fácil, si está dispuesta a ella, dijo Elizabeth

0:07:36 todos sabemos fastidiar y mortificarnos unas a otros. Búrlese, ríase de él. Siendo tan íntima

0:07:45 amiga suya, sabrá muy bien cómo hacerlo. No sé, le doy mi palabra. Le aseguro que

0:07:51 mi gran amistad con él no me ha enseñado cuáles son sus puntos débiles. ¡Burlarse de

0:07:57 una persona flemática, de tanta sangre fría! Y en cuanto a reírnos de él sin más ni más, no

0:08:03 debemos exponernos; podría desafiarnos y tendríamos nosotros las de perder.

0:08:08 ¡Que no podemos reírnos del señor Darcy! exclamó Elizabeth. Es un privilegio muy

0:08:14 extraño, y espero que siga siendo extraño, no me gustaría tener muchos conocidos así. Me encanta

0:08:20 reírme. La señorita Bingley, respondió Darcy me ha dado más importancia de la que merezco. El más sabio y

0:08:28 mejor de los hombres o la más sabia y mejor de  las acciones, puede ser ridículos a los ojos de

0:08:34 una persona que no piensa en esta vida más que en reírse. Estoy de acuerdo, respondió Elizabeth, hay

0:08:40 gente así, pero creo que yo no estoy entre ellos. Espero que nunca llegue a ridiculizar

0:08:46 lo que es bueno o sabio. Las insensateces, las tonterías, los caprichos y las inconsecuencias

0:08:55 son las cosas que verdaderamente me divierten, lo confieso y me río de ella siempre que puedo.

0:09:02 Pero supongo que estas son las cosas de las que usted carece. Quizás no sea posible para

0:09:08 nadie, pero yo he pasado la vida esforzándome  para evitar estas debilidades que exponen al

0:09:13 ridículo a cualquier persona inteligente. Como la vanidad y el orgullo, por ejemplo. Sí en efecto, la

0:09:20 vanidad es un defecto. Pero el orgullo, en caso de inteligencia superior, creo que es válido.

0:09:29 Elizabeth tuvo que volverse para disimular una sonrisa. Supongo que habrá acabado de examinar

0:09:35 al señor Darcy dijo la señorita Bingley y le ruego que me diga que ha sacado en conclusión.

0:09:41 Estoy plenamente convencida de que el señor Darcy no tiene defectos. Él mismo lo reconoce

0:09:47 claramente. No, dijo Darcy no he pretendido decir eso. Tengo muchos defectos, pero no tienen que ver

0:09:54 con la inteligencia. De mi carácter no me atrevo a responder, soy demasiado intransigente en realidad,

0:10:01 demasiado intransigente para lo que a la gente le conviene. No puedo olvidar tan pronto Como debería

0:10:09 las insensateces y los vicios ajenos, ni las ofensas que contra mí se hacen. Mis sentimientos

0:10:17 no se borran por muchos esfuerzos que se hagan para cambiarlos. Quizás se me pueda acusar de

0:10:23 rencoroso. Cuando pierdo la buena opinión que tengo sobre alguien, es para siempre. Ese es realmente un

0:10:31 defecto, dijo Elizabeth. El rencor implacable Es verdaderamente una sombra en un carácter. Pero

0:10:39 ha elegido usted muy bien su defecto. No puedo reírme de él por mi parte está usted a salvo.

0:10:48 Creo que en todo individuo hay cierta tendencia a un determinado mal, a un defecto innato, que ni

0:10:57 siquiera la mejor educación puede vencer. Y ese defecto es la propensión a odiar a

0:11:02 todo el mundo. Y el suyo respondió él con una sonrisa, es el interpretar mal a todo el mundo

0:11:07 intencionadamente. Oigamos un poco de música propuso la señorita Bingley, cansada de una

0:11:14 conversación en la que no tomaba parte Louisa, ¿No te importará que despierte al Señor Hurts? Su hermana

0:11:24 no opuso la más mínima objeción, y abrió el piano, a Darcy, después de unos momentos de recogimiento

0:11:30 no le pesó. Empezaba a sentir el peligro de prestarla demasiada atención a Elizabeth

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