Audiolibro en español. Capítulo 38

duración: 7:15 minutos

Transcripción

0:00 Hola hola y bienvenidos a «Aprendiendo español con  historias fascinantes» hoy tenemos el 38 capítulo  

0:08 de la novela Orgullo y prejuicio. Recuerda que  estos podcast los encuentras en www.isabelanaluisa.com  

0:16 38 capítulo de la novela  Orgullo y Prejuicio. El sábado por la mañana  

0:25 Elizabeth y Collins se encontraron a la hora del  desayuno unos minutos antes de que aparecieran los  

0:33 demás, y aprovechó la oportunidad para hacerle  los cumplidos de la despedida que consideraba  

0:39 absolutamente necesarios. Ignoro, señorita  Elizabeth le dijo, si la señora Collins le ha  

0:47 expresado cuanto agradece su amabilidad al haber  venido, pero estoy seguro de que lo hará antes de  

0:53 que abandone usted esta casa. Hemos apreciado  enormemente el favor de su compañía. Sabemos lo  

1:00 poco tentador que puede ser para nadie  el venir a nuestra humilde morada. Nuestro  

1:05 sencillo modo de vivir, nuestras pequeñas  habitaciones, nuestros pocos criados y nuestro  

1:10 aislamiento, han de hacer de Hunsford un lugar  extremadamente triste para una joven como usted.  

1:17 Pero espero que crea en nuestra gratitud por  su condescendencia y en que hemos hecho todo lo  

1:25 que estaba a nuestro alcance para impedir que se  aburra. Elizabeth le dio las gracias efusivamente y  

1:32 dijo que estaba muy contenta. Había pasado seis  semanas muy felices y el placer de estar con  

1:38 Charlotte y las amables atenciones que había  recibido la habían dejado muy satisfecha. Collins  

1:44 lo celebró y con solemnidad pero más sonriente  repuso: Me proporciona el mayor gusto saber que ha  

1:52 pasado usted el tiempo agradablemente. Se ha hecho  realmente todo lo que se ha podido hemos tenido la  

2:00 suprema suerte de haber podido presentarla a usted  a la más alta sociedad y los frecuentes medios  

2:06 de variar el humilde escenario doméstico que nos  han facilitado nuestra relaciones con Rosings, nos  

2:14 permiten esperar que su visita le haya sido grata.  Nuestro trato con la familia de lady Catherine es  

2:21 realmente una ventaja extraordinaria y una  bendición de la que pocos pueden alardear. Ha  

2:26 visto en qué situación estamos en Rosings, cuántas  veces hemos sido invitados allí. Debo reconocer  

2:32 sinceramente que con todas las desventajas  de esta humilde casa parroquial, nadie que  

2:39 aquí venga podrá compadecerse mientras puedan  compartir nuestra intimidad con la familia de  Bourgh.

2:45 Las palabras eran insuficientes para la elevación  de sus sentimientos y se vio obligado a pasearse  

2:52 por la estancia, mientras Elizabeth trataba  de combinar la verdad con la cortesía en  

2:58 frases breves. Así pues, podrá usted llevar buenas  noticias nuestras s Hertfordshire, querida prima. Al  

3:06 menos esta es mi esperanza. Ha sido testigo diario  de las grandes atenciones de lady Catherine para  

3:14 con la señora Collins, y confío en que no le habrá  parecido que su amiga no es feliz. Pero lo que se  

3:21 refiere a este punto mejor será que me calle.  Permítame sólo asegurarle querida señorita  

3:27 Elizabeth que le deseo de todo corazón igual  felicidad en su matrimonio. Mi querida Charlotte  

3:34 y yo no tenemos más que una sola voluntad y  un solo modo de pensar. Entre nosotros existen  

3:40 en todo muy notables semejanzas de carácter y  de ideas, parecemos hechos el uno para el otro.  

3:47 Elizabeth pudo decir de veras que era una gran  alegría que así fuese, y con la misma sinceridad  

3:54 añadió que lo creía firmemente que se alegraba de  su bienestar doméstico pero sin embargo, no lamentó  

4:02 que la descripción del mismo fuese interrumpida  por la llegada de la señora de quien se trataba.  

4:10 ¡Pobre Charlotte! era triste dejarla en  semejante compañía pero ella lo había elegido  

4:16 conscientemente. Se veía claramente que le dolía  la partida de sus huéspedes, pero no parecía querer  

4:23 que la compadeciesen. Su hogar y sus quehaceres  domésticos, su parroquia, su gallinero y todas las  

4:30 demás tareas anexas, todavía no habían perdido el  encanto para ella. Por fin llegó la silla de posta,  

4:36 se cargaron los baúles, se acomodaron los paquetes  y se les avisó que todo estaba listo. Las dos  

4:42 amigas se despidieron afectuosamente y Collins  acompañó a Elizabeth hasta el coche. Mientras  

4:48 atravesaban el jardín le encargó que saludase  afectivamente de su parte a toda la familia y que  

4:55 les repitiese su agradecimiento por las bondades  que le habían dispensado durante su estancia en  

5:01 Longbourn el último invierno, y le encareció que  saludase también a los Gardiner a pesar de que no  

5:09 los conocía. Le ayudó a subir al coche y tras ella  a María. A punto de cerrar las portezuelas Collins  

5:17 consternado les recordó que se habían olvidado de  encargarle algo para las señoras de Rosings. Pero  

5:24 añadió, seguramente desearán que les transmitamos  sus humildes respetos junto con su gratitud por su  

5:31 amabilidad para con ustedes. Elizabeth no se opuso,  se cerró la portezuela y el carruaje partió. ¡Dios  

5:41 mío! exclamó María al cabo de unos minutos de  silencio. Parece que fue ayer cuando llegamos  

5:45 y sin embargo ¡cuántas cosas han ocurrido! muchas  es cierto, contestó su compañera en un suspiro.  

5:54 Hemos cenado nueve veces en Rosings y hemos tomado  el té allí dos veces. ¡Cuánto tengo que contar!  

6:01 Elizabeth añadió para sus adentros ¡y yo cuántas  cosas tengo que callarme! El viaje transcurrió  

6:08 sin mucha conversación y sin ningún incidente y a  las cuatro horas de haber salido de Hunsford llegaron a  

6:15 casa de los Gardiner, donde iban a pasar unos pocos  días. Jane tenía muy buen aspecto, y Elizabeth casi  

6:22 no tuvo lugar de examinar su estado de ánimo,  pues su tía les tenía preparadas un sinfín de  

6:28 invitaciones. Pero Jane iba a regresar a Longboard  en compañía de su hermana, y una vez allí habría  

6:35 tiempo de sobra para observarla. Elizabeth se  contuvo a duras penas para no contarle hasta  

6:41 entonces las proposiciones de Darcy. ¡Qué sorpresa  se iba a llevar, y qué gratificante sería para la  

6:48 vanidad que Elizabeth todavía no era capaz  de dominar! Era una tentación tan fuerte, que  

6:54 había podido resistirla a no ser por la indecisión  en que se hallaba, por la extensión de lo que tenía  

7:01 que comunicar y por el temor de que si empezaba  a hablar se vería forzada a mencionar a Bingley con  

7:08 lo que solo conseguiría, entristecer más aún  a su hermana. Para cualquier duda sugerencia  

7:15 o comentario escribe a isabelbarrionuevo 007@gmail.com Te espero en el siguiente capítulo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *