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Transcripción
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0:26 Empezamos con el 28 capítulo. Al día siguiente todo era nuevo e interesante para Elizabeth.
0:34 Estaba dispuesta a pasarlo bien y muy animada, pues había encontrado a su hermana con muy buen aspecto
0:40 y todos los temores de su salud le inspiraba se habían desvanecido. Además, la perspectiva de un
0:49 viaje por el norte era para ella una constante fuente de dicha. Cuando dejaron el camino real
0:55 para entrar en el sendero de Hunsford, los ojos de todos buscaban la casa del párroco y cada
1:01 revuelta creían que iban a divisarla a un lado del sendero corría el empalizada de la finca de
1:08 Rosings. Elizabeth sonrió a la acordarse de todo lo que había oído decir de sus habitantes. Por
1:15 fin vislumbraron la casa parroquial. El jardín que se extendía hasta el camino, la casa que
1:22 se alcanzaba en medio, la verde empalizada y el seto de laurel indicaban que ya habían llegado.
1:27 Collins y Charlotte aparecieron en la puerta, y el carruaje se detuvo ante una pequeña entrada
1:33 que conducía a la casa a través de un caminito de gravilla, entre saludos y sonrisas generales. En un
1:43 momento todo se fajaron del carruaje, alejándose mutuamente al verse. La señora Collins dio la bienvenida a
1:49 su amiga con el más sincero agrado, y Elizabeth, al ser recibida con todo cariño, estaba cada vez más
1:56 contenta de haber venido. Observó al instante que las maneras de su primo no habían cambiado con el
2:03 matrimonio, su rígida cortesía era exactamente la misma de antes, y la tuvo varios minutos en
2:10 la puerta para hacerle preguntas sobre todo la familia. Sin más dilación que las
2:15 observaciones de Collins a sus huéspedes sobre la pulcritud de la entrada, entraron en la casa.
2:22 Collins con mucha formalidad les dio por segunda vez la bienvenida a su humilde casa,
2:29 repitiéndoles punto por punto el ofrecimiento que su mujer les había hecho en servirles un refresco.
2:37 Elizabeth estaba preparada para verlo ahora en su ambiente, y no pudo menos que pensar que
2:45 al mostrarles las buenas proporciones de la estancia, de su aspecto y su mobiliario. Collins
2:50 se dirigía especialmente a ella, como si deseara hacerle sentir lo que había perdido al rechazarle.
2:58 Pero aunque todo parecía reluciente y confortable, Elizabeth no pudo gratificarle con ninguna señal
3:05 de arrepentimiento, sino que más bien se admiraba de que su amiga pudiese tener un
3:10 aspecto tan alegre con semejante compañero. Cuando Collins decía algo que forzosamente tenía
3:19 que avergonzar a su mujer, lo que sucedía no pocas veces, Elizabeth volvía involuntariamente los ojos
3:27 hacia Charlotte. Una vez o dos pudo descubrir que esta se sonrojaba ligeramente, pero por lo
3:35 común, Charlotte hacía como que no le oía. Después de estar sentados durante un rato,
3:41 el suficiente para admirar todos y cada uno de los muebles, desde el aparador a la rejilla de
3:47 la chimenea, y para contar el viaje y todo lo que había pasado en Londres, el señor Collins
3:53 les invitó a dar un paseo por el jardín ,que era grande y bien trazado y de cuyo cuidado
3:58 se encargaba él personalmente. Trabajar en el jardín era uno de sus más respetados
4:05 placeres, Elizabeth admiró la seriedad con la que Charlotte hablaba de lo saludable
4:10 que era para Collins y confesó que ella misma lo animaba a hacerlo siempre que le fuera posible.
4:20 Guiándoles a través de todas las sendas y recovecos y sin dejarles apenas tiempo de
4:26 expresar las alabanzas que les exigía, les fue señalando todas las vistas con una minuciosidad
4:32 que estaba muy por encima de su belleza. Enumeraba los campos que se divisaban en
4:38 todas las direcciones y decía cuántos árboles había en cada uno. Pero de todas las vistas de
4:43 las que su jardín, o la campiña, o todo el reino podía enardecerse, no había otra que pudiese
4:51 compararse a la de Rossings, que se descubría a través de un claro de los árboles que limitaban
4:58 la finca en la parte opuesta de la fachada de su casa. La Mansión era bonita, moderna y estaba muy
5:05 bien situada, en una elevación de terreno. Desde el jardín, Collins hubiese querido llevarles a recorrer
5:13 sus dos praderas pero las señoras no iban calzadas a propósito para andar por la hierba aún helada y desistieron.
5:20 Sir William fue el único que le acompañó. Charlotte volvió a la casa con su hermana y Elizabeth,
5:30 sumamente contenta probablemente por poder mostrársela sin la ayuda de su marido. Era pequeña
5:38 pero bien distribuida, todo estaba arreglado con orden y limpieza, mérito que Elizabeth
5:43 atribuyó a Charlotte. Cuando se podía olvidar a Collins, se respiraba un aire más agradable en
5:49 la casa, y por la evidente satisfacción de su amiga, Elizabeth pensó que debería olvidarlo más a menudo.
5:58 Ya le habían dicho que lady Catherine estaba todavía en el campo. Se volvió a hablar de
6:04 ella mientras cenaban, y Collins sumándose a la conversación dijo: Sí, Elizabeth tendrá usted
6:11 el honor de ver a lady Catherine de Bourgh el próximo domingo en la iglesia, y no necesito
6:18 decirle lo que le va a encantar. es toda afabilidad y condescendencia,
6:25 y no dudo que la honrará dirigiéndole la palabra en cuando termine el oficio religioso. Casi no
6:33 dudo tampoco de que usted y mi cuñada María serán incluidas en todas las invitaciones
6:37 con que nos honre durante la estancia de ustedes aquí. Su actitud para con mi querida
6:44 Charlotte es amabilísima. Comemos en Rosings dos veces a la semana y nunca consiente que volvamos a pie.
6:55 Siempre pide su carruaje para que nos lleve, mejor dicho, uno de sus carruajes, porque tiene varios.
7:05 Lady Catherine es realmente una señora muy respetable y afectuosa,
7:09 añadió Charlotte, y una vecina muy atenta. Muy cierto, querida es exactamente lo que
7:15 yo digo, es una mujer a la que nunca se puede considerar con bastante deferencia.
7:22 Durante la velada se habló casi constantemente de Hertforshire y se repitió lo que ya se había dicho por
7:29 escrito. Al retirarse, Elizabeth en la soledad de su aposento, meditó sobre el bienestar de Charlotte y
7:36 sobre su habilidad y discreción en sacar partido y sobrellevar a su esposo, reconociendo que lo hacía
7:43 muy bien. Pensó también en cómo transcurriría su visita, a qué se dedicarían, en las fastidiosas
7:49 interrupciones de Collins y en lo que se iba a divertir tratando con la familia de Rosings.
7:57 Su viva imaginación lo planeó todo en seguida. Al día siguiente, a eso de las doce, estaba en su cuarto
8:06 preparándose para salir a dar un paseo, cuando oyó abajo un repentino ruido que pareció que sembraba
8:16 la confusión en toda la casa.
8:20 Escuchó un momento y advirtió que alguien subía la escalera apresuradamente y la
8:25 llamaba voces. Abrió la puerta y en el corredor se encontró con María
8:32 agitadísima y sin aliento, que exclamó: ¡Oh, Elizabeth querida! ¡Date prisa, baja al comedor y verás! No
8:40 puedo decirte lo que es. ¡Corre, ven enseguida! En vano preguntó Elizabeth lo que pasaba. María no
8:46 quiso decirle más, ambas acudieron al comedor, cuyas ventanas daban al camino, para ver la maravilla.
8:52 Ésta consistía sencillamente en dos señoras que estaban paradas en la puerta del jardín
8:58 en un faetón bajo. ¿Y eso es todo? exclamó, Elizabeth esperada por lo menos que los
9:07 puercos hubiesen invadidos el jardín, y no veo más que a lady Catherine y a su hija. ¡Oh querida! repuso
9:15 María extrañadísima por la equivocación. No es lady Catherine. La mayor es la señora Jenkinson,
9:23 que vive con ellas. La otra es la señorita de Bourgh. Mírala bien. Es una criaturita. ¡Quién habría
9:30 creído que era tan pequeña y tan delicada! Es una grosería tener a Charlotte en la
9:35 puerta con el viento que hace. ¿Por qué no entra esa señorita? Charlotte dice que casi
9:42 nunca lo hace. Será el mayor de los favores que la señorita de Bourgh entrase en la casa. Me
9:48 gusta su aspecto, dijo Elizabeth, pensando en otras cosas. Parece enferma y malhumorada. Si, es
9:55 la mujer apropiada para él, le va mucho. Collins y su esposa conversaban con las dos señoras
10:02 en la verja del jardín, y Elizabeth se divertía de lo lindo viendo a Sir Williams en la puerta
10:10 de entrada, sumido en la contemplación de la grandeza que tenía ante sí y haciendo
10:15 una reverencia cada vez que la señorita de Bourgh dirigía la mirada hacia donde él estaba.
10:20 agotada la conversación, las señoras siguieron su camino, y los demás entraron en la casa. Collins,
10:27 en cuanto vio a las dos muchachas, las felicitó por la suerte que habían tenido. Dicha suerte,
10:33 según aclaró Charlotte, era que estaban todos invitados a cenar en Rosing al día siguiente.
10:40 Para cualquier duda sugerencia o comentario escribe a isabelbarrionuevo
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